La paz de Westfalia es como se conoce a dos acuerdos alcanzados en las ciudades de Osnabrück y Münster en 1648, uno el 15 de mayo y el otro el 24 de octubre. Según estos tratados, se ponía fin a la guerra entre los estados beligerantes en Alemania, príncipes protestantes por un lado y Sacro Imperio y católicos por otro, y se concluía también el enfrentamiento que durante ochenta años enfrentaba a España con la República de los Siete Países Bajos. Fue, en resumen, el tratado que puso fin a la Guerra de los Treinta Años, iniciada en 1618 con la Defenestración de Praga.
Los representantes diplomáticos del Sacro Imperio Romano-Germánico, España, Francia, Países Bajos, Suecia y una multitud de príncipes alemanes se reunieron en un acontecimiento diplomático sin precedentes, después de un conflicto de dimensiones extraordinarias que había arrasado por completo a Alemania, y que había supuesto la ruina de las pretensiones de la casa de Austria, tanto la rama española como la imperial.La principal consecuencia de la paz de Westfalia fue el debilitamiento de las posiciones de Austria y España en centroeuropa. Paralelamente, salía muy fortalecida Francia, que representada por el cardenal Mazarino ganaba numerosos territorios en su frontera más oriental, entre otras plazas, Metz y Alsacia. Su guerra con España continuó hasta 1659, y terminó con la anexión del Rosellón y su promoción a potencia hegemónica del continente, en la paz de los Pirineos.
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